Algo nuevo, algo usado, algo creado, algo heredado...

Me encanta cuando el resultado de una ambientación de una vivienda refleja a quienes viven allí y reúne una miscelánea de piezas que cobran sentido cuando se reúnen.

Tal vez algo de estilo, con algo moderno, algo nuevo, y algo heredado, algo de diseño con algo básico, algo rústico y algo tecno...todo puede cobrar vida cuando se lo acompaña con su complementario...algo así como con las relaciones humanas...

Y digamos igual que no siempre es fácil leer el interior de quien lo vive a partir de esas piezas: no todos tienen riqueza, habilidades, gusto estético o experiencias que lo reflejen o permitan...

La casa de Ma . José y Juan Diego es una de ellas. Con una envolvente tradicional, es en cada pequeño detalle interior que cambia dia  a día , y se transforma gracias a las manos habilidosas de ella (sumada  a una carrera en artes plásticas, una herencia familiar de peso también en otras artes como escultura o textiles) y a piezas de reconocible diseño  también aportados por él .

Las obras salidas de su taller conviven con recuerdos de viajes, un textil de turquía, que en realidad es una funda de almohadon pero colgada a modo de cuadro, una ramita seca del jardin con mil terminaciones, te saluda a la llegada, las cajitas simples de carton que se visten con apliques de distintas texturas, un racimo de canastos de mimbre y valijas sobre un armario antiguo, obras de su madre, y su tia acompañan hoy las de su hijo pequeño, y hasta las perchas del London Paris, sobreviven sosteniendo gargantillas y collares en el vestidor. Conviven con una poltrona de Eames, un stool de madera o un escritorio o sillones de divinas molduras de madera...

Las esculturas conviven con objetos más cotidianos

Cualquier cajita corriente cobra neva vida y jerarquía, envuelta con texturas variadas..

Recuerdos de viajes y vacaciones o excursiones por la cuadra van a dar a una caja de tesoros..

Ramita seca sobre silla de roble dan la bienvenida desde el hall



Texturas de sus cuadros

 

Las banquetas con un pie demasiado cromado fueron intervenidas enroscándole hilo natural a tono con los asientos.



Más info de la obra de Ma. José Fort Brugnini acá