En casi todos los museos del mundo, al menos los que se precian de tener una gestión cultural acorde a estos tiempos hay un coffee shop o restaurant interior que complementa el gift shop con lo cual ayudan al mantenimiento del edificio en cuestión, o si tienen una identidad propia,llevan público al mismo. Hay algunos que realmente sobresalen por su estética, ubicación, etc. Pero acá les traigo un ejemplo de uno con un alcance un poco más ambicioso, aunque más restringido: no es el clásico café, sino un restaurant con todas las letras , ubicado en el edificio de Garnier, LÓpera de Paris, tambien llamado Phantom, LÓpéra
Odile Decq, un estudio francés. ha firmado el proyecto ,inaugurado en 2011, luego de ganar un llamado a concurso convocado por el concesionario que tenía contrato por 20 años y un presupuesto de unos 6 millones de euros.
Para crear el nuevo volumen en el interior de la Ópera, proyectada en 1875 por Charles Garnier, el arquitecto ha tenido que respetar la rígida legislación que tutela los monumentos históricos, encontrando una propuesta que respetando la arquitectura existente permite no caer en el mimetismo, sino afirmar el carácter contemporáneo de la intervención.
El nuevo restaurante se instala tras los pilares de la fachada este, con una sinuosa fachada completamente de cristal transparente y un interior contemporáneo que parece estar levitando sin interferir con la estructura de la Opera, ya que la normativa exigía no alterar la estructura existente , no interrumpir visuales, que se pudiera desmontar sin dañar lo existente, etc , etc.
El entrepiso se eleva sinuoso sobre las mesas del nivel de la calle, serpenteando entre los pilares, cual velo de fantasma....
Alterno algunas fotos mías con otras de la página de Odile Decq, su creadora ya que yo lo encontré cerrado y tiene vistas interiores muy interesantes.
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