Cada casa es un mundo pero cuando la casa la habita un artista, ese mundo es tanto más interesante como el contenido que le imprime, producto de experimentaciones con materiales varios, recuerdos de viajes, de la vida, de trabajos...
Carmen Brugnini tiene trayectoria propia y familiar de incursión en diversas áreas y todas sorprenden por diferentes, aunque también las une un criterio o estilo propio, la mesura en la selección de los materiales, la síntesis de las líneas, la composición acertada. Ya desde el acceso, uno intuye que ahi adentro pasa algo: Te recibe un poncho de niña usado por los indios de Guatemala:
Una composición de texturas con economía de materiales pero impacto claro, también recibe desde el pallier exterior. |
El recorrido incluye paradas en todos los rincones y sorpresas variadas: Hay piezas de uso doméstico funcional como luminarias hechas con un zócalo de travertino y un perfil de aluminio, máximo efecto con pocos y eficientes recursos.
Al fondo, luminaria de pie en travertino y aluminio, delante, piezas en metal y piedra de su autoría. |
Las paredes que cuentan historias, los recuerdos de viajes, una piedra cincelada y un zapatito de bebé reproducido en bronce, recuerdo familiar, continúan el hilo de esta caja de Pandora..
Otra luminaria conformada por dos láminas de aluminio encontradas. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario