Esta última semana , más precisamente el 30 de junio, se produjo un hecho que no pasó desapercibido para los amantes del diseño internacional, especialmente del español, y su auge en los años 80.
Quienes nos formamos en diseño en esa década y crecimos con toda la efervescencia de España como tracción de la cultura del diseño a nivel mundial, conocimos la tienda Vinçon en el Passeig de Gracia en Barcelona como vehículo de disfusión y distribución, tarea más que valorable, en épocas pre internet y globalización.
Ese local, luego de 74 años, cerró sus puertas en medio de un sentimiento de pérdida irreparable y nostalgia por toda una forma novedosa de comunicar y acercar diseñadores, marcas, y objetos o muebles al público en general.
La empresa ha tomado esa decisión tras valorar alternativas como la reducción de superficie de venta, reubicación en la ciudad, lo que suponía en ambos casos reducción de la plantilla de unas 48 personas. El establecimiento, que abrió en 1941, gestionado ahora por la 2a y 3a generación de la familia Amat, ha ocupado 2900m2 en el Passeig de Gràcia.
El edificio donde se encuentra está catalogado y forma parte del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de Barcelona.Una de las ampliaciones más interesantes se produjo en el año 1985 con la anexión del piso principal del edificio. A través de ese mismo espacio, se encontraba la sección de muebles y se accedía a la terraza interior de uno de los patios más bonitos del Eixample barcelonés, desde donde se puede admirar con todo detalle la fachada posterior de la Pedrera de Gaudí, situada en la misma manzana.
La dirección ha esgrimido que la facturación ha caído año tras año un 10% hasta ahora cuando las ventas son la mitad que en el 2008 lo cual hace inviable la continuación del negocio.
Actualmente muchas de las ventas se hacían a turistas porque las crisis han cambiado los consumos locales, pero para centrarse en ellos, debía cambiarse mucho el inventario de productos , si bien enviaban también al exterior usualmente se manejaban con tamaños más pequeños, no tanto iluminación y muebles.
El local y sus emblemáticas vidrieras, bolsas, y comunicación, eran por demás icónicos, objetos de culto y coleccionismo total, innovadores, rupturistas y geniales como pocos, y supo ser protagonista del auge y apertura del universo creativo catalán en particular y español en general.
En 1941 D. Enrique Levi y D. Hugo Vinçon fundaron la primera tienda en el Paseo de Gracia, bajo el nombre de Regalos Hugo Vinçon.
La vinculación de los Amat con el negocio se inició un año mas tarde, con la contratación de D. Jacinto Amat como vendedor.
Durante esos años, la principal actividad era la venta al por mayor de porcelana, loza fina y cristalería. Para ello contaba con un gran almacén en la parte posterior de la tienda, y además disponía de una pequeña sala permanente para exposiciones de pintura.
Este es el inicio de la historia escrita, dicen sus propietarios: _Cuando la contamos de viva voz, solemos empezar con aquello de: “Érase una vez un judío, un alemán y un catalán...”
Hacia los años 70 y 80, fueron un referente para buena parte de los creadores que pasaban por Barcelona. El cineasta Bigas Luna, el interiorista Pepe Cortés o el diseñador Javier Mariscal fueron solo algunos de quienes disfrutaron de su oferta y su espíritu. Para todos ellos, Fernando Amat fue una autoridad. Él fue el encargado de cambiar el rol de la tienda, de ampliarla hasta los 3.000 metros cuadrados que tenía actualmente.
En el libro publicado con motivo de los premios European Community Design Prize, se hace referencia a los escaparates, de los cuales se decía: “Los escaparates más sugerentes de la ciudad tratados como un regalo continuo que Vinçon hace a los transeúntes”. Eran pensados en dos actos: uno estético de atracción del local y otro de cercanía, al que había que entrar, apreciar y entender su mensaje, muy conceptual muchas veces. Una lección sobre armado de vidrieras con muy pocos recursos y muchísimo pienso detrás para conectar con los clientes.
En definitiva, no se trataba solo de armar barullo, sino de ver las cosas con otros ojos. En este caso, al menos, la práctica demostró en algún momento que utilizar un poco de poesía en el ámbito comercial podía ser un valor añadido.
Acá, el comunicado en catalán emitido el día del cierre, que contó con muchos fieles admiradores de la gestión de sus propietarios y colaboración a la cultura y el diseño español:
Sentim comunicar que Vinçon tancarà definitivament les seves portes en un futur pròxim.
Hem arribat a aquesta decisió després d’una profunda anàlisi en la qual hem valorat diverses alternatives, com són la reducció de la nostra gran superfície de venda o bé la reubicació en un altre espai o barri de la ciutat. Entenent que ambdues solucions comportaven també una important reducció de la nostra estructura i personal.
Les nostres xifres de venda s’han anat reduint un 10% any rere any fins al moment actual, que és la meitat del que veníem el 2008, i que fa inviable continuar.
Actualment moltes de les vendes les fem a turistes ja que la crisi sembla haver arribat al client local. Per orientar-nos cap a aquest nou client hauríem de canviar moltíssim la nostra col·lecció de productes. El visitant d’un altre país, rarament s’emportaria molts dels objectes que seleccionem i exposem: mobles, llums, ganivets, etc…, tot i que també els proposem l’enviament al seu domicili, a tot el món.
Els objectes de bon disseny contemporani, aquells majoritàriament fabricats a la Unió Europea i que són la base de la nostra col·lecció, queden mal ubicats entre els de luxe i els fabricats a l’extrem orient.
Vinçon, un espai sempre obert i fàcil de visitar, amb els seus singulars aparadors, la seva terrassa romàntica, l’històric pis d‘en Ramón Casas, La Sala Vinçon amb més de 300 exposicions, les característiques bosses, els calendaris… creiem que ha format part d’una certa cultura de la ciutat. Sembla que aquest model ara hi té difícil cabuda.
Volem agrair a clients, col·laboradors i proveïdors la seva confiança al llarg de 74 anys.
(Fuente: Diario El Pais , España)
En estas épocas donde en muchos lugares ser comerciante al público es todo un desafío, el hacer una diferencia en cuanto a aporte cultural, valores, empuje de talentos y difusión de creadores, es más que un valor agregado. Pero en épocas de globalizacion, se pierden entre cúmulos de opciones para el público en general.
El desafío será encontrar la forma de mantener esos valores y generarlos en otros formatos o vehículos que sean atractivos al público y aporten a la generación de contenidos en medio de un mar de sinsentidos u ofertas más pobres como experiencias.
El desafío será encontrar la forma de mantener esos valores y generarlos en otros formatos o vehículos que sean atractivos al público y aporten a la generación de contenidos en medio de un mar de sinsentidos u ofertas más pobres como experiencias.
Desde acá, nuestro homenaje y agradecimiento por todo lo difundido y sin dudas vendrán otros proyectos o desafíos a transitar..
Se necesitan más Amats en el universo del diseño internacional!
1 comentario:
buenisimo reportaje. Toda una historia a traves de las fotos. Gracias Gabriela. Y es una lastima que lugares así tengan que cerrar por culpa de la globalización. Se necesitan mas Vincon en el mundo, aunque quizá no tan grandes en tamaño.
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