Abrimos un paréntesis de los posts de opinión de eventos de arquitectura del pasado fin de semana de gran trascendencia local, para disfrutar un rato del ambiente de Mutate, en esta ocasión, el spot de José Ignacio uno de los más cool, bien gestionados y con identidad propia locales, frente a la plaza principal del pueblo.
Dirigida por los diseñadores Gonzalo Massa y Santiago Barriola, el concepto amplio pero muy cuidado de store de productos internacionales y locales, de marca propia y ajenas, pero con una curaduría y ojo muy afinados convive con el restó , las terrazas resguardadas a la sombra, un jardín enorme para eventos variados, una huerta que surte gran parte de la carta, y cada espacio se va descubriendo de a poco. De hecho estuve un largo rato y poniendo atención hay para deleitarse con joyitas de todo tipo.
Además se gestiona en varios universos paralelos: el restaurant, (donde tambén se exhibe y vende sus componentes) los eventos de cocina con chefs invitados, los proyectos de decoración para terceros, lanzamientos, etc Todo eso genera una marca viva, con interacciones con otros profesionales del rubro, que se preocupa por diseñar una escenografía cuidada pero también con el contenido y el servicio que uno experimenta en el lugar.
En la tienda, los protagonistas son las piezas de diseño, algunas recicladas, otras que se ve tuvieron una vida en épocas de otro glamour y son descubiertas y expuestas con cariño y criterio: muchas de influencias nórdicas, otras de diseñadores de escuelas internacionales conviven con por ejemplo el almohadón del pepe, creación local que estampa la cara del presidente en un textil para almohadon, que se vendió como pan caliente al inicio de la temporada.
Cada rincón atesora infinitos detalles entre recuerdos de niñez a piezas icónicas o diseños reconocidos vintage o mas contemporáneos pero con carácter |
Me hace acordar a la mesa de luz de mi padre cuando era chica!...... |
La parte de la terraza tanto delantera, mirando la gente que pasa o va entrando, cual desfile de personajes, o la posterior volcada hacia el jardín infinito, es un placer para quedarse eternamente degustando un trago y charlando de la vida en plan relax...o hacerlo de noche, con más gente en las cenas con chefs como Hugo Soca y otros...
Es de esos lugres chic que parecen sin esfuerzo por lo rústico. pero que por detrás se adivina una gran dosis de amor por la estética y la intención de brindar una experiencia diferencial al visitante...
Amerita volver siempre y en distintos momentos del día!
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