Jorge Rodríguez-Gerada es un artista contemporáneo especializado en intervenciones en espacios urbanos a gran escala. Nacido en el ´56 en Cuba, su padre trabajó allí tres años en una plantación de caña de azúcar en condiciones de campo de concentración para poder acceder a las visas requeridas para poder salir del país y radicarse en USA una vez que el gobierno de Castro ya estaba estabilizado, y viendo pocas posibilidades de progreso para sus hijos. Jorge entonces, creció en USA , integró varios colectivos artísticos en los años ´90 como "Artflux" y cobró notoriedad a través del libro "No logo" de Naomi Klein
Durante su etapa escolar era de los primeros inmigrantes hispanos en su escuela lo cual lo volvió blanco de bullying, experiencia que más tarde generó su interés por cómo se forma la identidad cultural y física de las personas.
En su adolescencia en Manhattan , vivió una efervescencia de las artes plásticas, música y teatro , disciplinas que rompían barreras y era natural que él quisiera ser parte de éso.
En el 2002 se mudó a Barcelona e inició una serie llamada justamente "Identidad" de dibujos de tiza sobre superficies de edificios y viviendas urbanas.
Desde el 2009 es curador del Festival de arte urbano Avant Guard en Navarra, norte español, además de participar en varios shows y exhibiciones
En el colegio de New jersey conoció a sus a la postre compañeros de "Artflux" , y luego de aparecer en CNN por una experiencia de quema de banderas relacionada al concepto de libertades, decidieron continuar el camino de propuestas polémicas y que trascendían en los medios, asumiendo el poder que tenía el arte como herramienta de denuncia social.
Intervenían anuncios en vía pública, reformulando los mensajes originales, generando un diálogo con las comunidades, lo cual sin embargo le valió ser arrestado un par de veces, sin perjuicio de lo cual trabaja usualmente a la luz del día.
Para fines de los años 90 evolucionó a instancias individuales de expresión fuera del movimiento Art jamming con Artflux. Instalado en Barcelona, comenzó con piezas urbanas hiperrealistas, en tiza sobre muros abandonados. Eran piezas efímeras, de corto plazo pero alto impacto. Cada dibujo en planos verticales puede tomar hasta una semana de trabajo intensivo, usualmente ayudado de elevadores hidráulicos, y durar hasta 6 meses, sin dejar impacto negativo en el entorno que se implanta.
La serie "identidad" lo llevo desde Barcelona a Bahrein por muchas geografías identificando personajes relevantes en comunidades a quienes fotografiaba y replicaba en grandes superficies. El mensaje es el de la identidad a través de la identificación no a través de marcas sino mediante perfiles de la comunidad misma.
Su último trabajo en Washington, para clientes nada más y nada menos que la Galería de retratos del Smithsonian y el Servicio de parques nacionales, difundido en estos días por ejemplo aquí, es una composición de "land art" cuya percepción mejora con la altura, y se sirve de satélites, drones, gps etc para su difusión.Para su ejecución, de toneladas de tierra, pedregullo, arcillas, camiones, agrimensores y colaboradores que generan esos resultados increíbles que por momentos y desde el suelo, parecen jardines zen para el disfrute y distintas percepciones de los visitantes.
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