Hace unos días tuve la oportunidad , junto a un grupo de amigos, de visitar la Estancia de Anchorena, en el departamento de Colonia.
Lejos de ameritar el relato tranquilo o bucólico del tour guiado que recibe todo visitante, salimos todos con muchas reflexiones, bastante frustración, y la certeza de una subvaloración a un bien patrimonial e histórico que puede y debe rendir más.
Por qué en Uruguay todos los MEGA edificios que pueden ser los de mayor potencial patrimonial y cultural están subgestionados o perdidos en burocracias?!
Pero sigamos con Anchorena:
A modo de resumen: algunos puntos a favor:
_ La organización y programación de visitas es relativamente ordenada y puntual
_ El estado de conservación del edificio de recepción y demás aparenta ser bueno, si bien por ejemplo a la Torre de Agua no se permite el ascenso al mirador, por desperfectos o fisuras en su estructura.
_ El parque tiene una flora y faunas destacables, cuidados y señalizados.
_ La historia detrás de Aaron de Anchorena, su vida y el inmueble propiamente dicho es relevante y digna de difusión.
Sin embargo:
_ El transporte por el parque es excluyentemente en ómnibs de Cutcsa ploteados con imágenes del lugar. (palabras clave: "ómnibus", (poco práctico, ruidoso) "Cutcsa", y "ploteado" (mala visibilidad hacia afuera en varios puntos) .
_ El tono del relato de los guías era escolar, y en contenido, enfocado casi exclusivamente a las especies animales y vegetales, ignorando casi por completo cualidades del edificio principal, resaltando las de los empleados...y hasta la del perro (!)
_ El recorrido por el parque se acerca a unos 100m de la casa principal..y éso es todo: no se permite avanzar más allá. Léase: lo que se ve luego de viajar 200 km desde Montevideo es exacto a lo que le muestra Google cuando pone "estancia anchorena" .
Cuál puede ser el argumento? Seguridad? Si la Casa Blanca tiene tours guiados por zonas especiales, debería ser posible. Si Mujica llegó a proponer alojar refugiados sirios allí (!) por qué quienes pagamos impuestos no podemos acceder al living principal, la galería, o el contrafrente al río?
_ En el edificio de recepción de público, la exhibición de láminas pobremente enmarcadas, o un Tv de formato XS no ayudaban a expresar gráfica y sencillamente el alcance o la riqueza de quien construyó y habitó el lugar.
Nuestro grupo estaba conformado por unas 10 personas, casi todas profesionales o vinculadas a ámbitos artísticos o creativos, entre quienes se encontraba Gerardo Bugarin.
Gerardo es, entre varias otras ocupaciones e intereses, ex director del Ballet del Sodre, gestor cultural, y una delicia de personalidad para compartir estas aventuras y llevarse muchas lecturas de la experiencia: desde las más divertidas a las de mayor análisis intelectual, como nos regala a continuación, convirtiéndolo en un glosario de valorables sugerencias que aplaudimos, y las cuales compartimos .
Anchorena: Cuando falta una puesta (apuesta) en valor
Una visita guiada ante todo es,
simultáneamente, una experiencia de tipo individual (*) y colectiva.
Se trata de un discurso articulado destinado a poner en relieve ciertos ejes temáticos (**) que por un lado expliquen, interpreten y ayuden a comprender, y
por otro que generen curiosidad y despierten interés en el visitante.-
Quienes concurren a este tipo
de actividades tienen diversos grados de educación,
formación, intereses, sensibilidades, capacidad de concentración, códigos de
relacionamiento, etc., y generalmente con un acceso previo y posterior casi
infinito y directo a cualquier tipo de información (internet, teléfono celular,
Ipad, otros), por lo cual cada vez más la tarea consiste en guiar y balizar
su propio camino o recorrido, según el tema que se trate.-
Las condiciones físicas de la visita
debe ser acordes a la temática (no es posible hacer una visita con un perfil de
botánica sin siquiera acercarse a las especies, hacer comparaciones, poder
tocar, oler, etc.) y deberán estudiarse soluciones especiales para crear un
ambiente propicio para vivir la experiencia de una forma más
holística/totalizadora y no solo como una clase teórica, aburrida y
obligatoria, dictada por una suerte de maestra vareliana haciendo cumplir el
programa.
En la actualidad la forma de aprender y aprehender conlleva poner en acción múltiples mecanismos de recepción,
con planos de información que no solo tienen que ver con la oralidad y el
discurso expreso, sino que debe adquirir una otra dinámica que involucre y
excite la imaginación y la percepción en forma consciente e inconsciente,
directa e indirectamente, voluntaria e involuntariamente.-
Todo discurso deberá ser articulado en
régimen de capas o niveles superpuestos para poder ser disfrutados
simultáneamente por la gran mayoría de los involucrados en la visita según sus
diferentes características y niveles de interés particular en el tema. Los
guías deben ser capaces de adaptarse constantemente al renovado perfil
mayoritario y ser capaces de reformular sobre la marcha la propuesta, en
consonancia y no como un discurso único y monolítico. Para ello es bueno saber
previamente el perfil de los usuarios o testearlo en los momentos previos.
Incluso puede llegar a clasificar las visitas según los diferentes perfiles y
asignarlos a grupos diferentes.
La instancia previa a la partida puede
ser utilizada para poder brindar y acceder por medios audiovisuales a ciertas
informaciones previas básicas y unificadoras que ayuden al mejor disfrute de lo
que vendrá. También dicho espacio servirá para que una vez terminada la visita
guiada se pueda acceder a informaciones que surgieron en el recorrido y que el
usuario quiere cotejar o profundizar en lo inmediato.-
Mayormente el público se traslada cómodamente
en sus autos hasta este tipo de atracciones con la intención de vivir nuevas
experiencias, diferentes de las de su vida cotidiana. Hacerlas subir a una de
las unidades de su conocidísimo y odiado transporte colectivo urbano no es de
las mejores ideas. Lo conecta con lo peor de su vida ciudadana. Todo lo que
quiere deja atrás se lo ponemos por delante.-
No tiene sentido recorrer un pequeño
parque en un inmenso ómnibus de línea pensado para transito en ciudad con
calles pavimentadas y tráfico intenso, por estrechos caminos solitarios pensados
para una escala menor de a pie, o de carros o autos. El motor ronroneando hasta
aturdir tapando el decir de la guía; grandes paños de vidrios ploteados que
impiden el contacto visual y que por la constitución propia del bus para su
finalidad inicial no permiten una vista panorámica (ver buses turísticos); sin
posibilidad de estar en contacto más directo (ómnibus abiertos) con el objeto
propio de la visita.-
El paseo es realizado mayormente por
adultos con un cierto nivel intelectual o por lo menos de información por lo
cual no es necesario hablarles y tratarlos como escolares, recordándoles
constantemente los límites de su accionar y posibilidades de desplazamiento. El
habitante de la ciudad no viene al medio del campo para ser domesticado sino
todo lo contrario.
El discurso simplista que parece
centrarse en lo "botánico" deja de lado la mayor parte de los temas
que seguramente fueron los que convocaron al público a trasladarse muchos
kilómetros y que conectan con sus imaginarios, aspiraciones e intereses.-
Creemos que este es el principal error
conceptual de la visita: el reducir
una gran y compleja historia llena de interés a un simple paseo de
botánica escolar. Falta la complejidad, la contradicción, la puesta en valor,
falta visión, faltan las voces del lugar, faltan los protagonistas, hombres y
mujeres, falta el discurso artístico/estético, falta el discurso ideológico,
político, geopolítico, etc..-
En suma se sugiere una revisión
profunda del sentido de la visita guiada concorde a nuevas expectativas y a
nuevas percepciones teniendo en cuenta nuevas visiones y estrategias de
comunicación.-
(**)
PROPUESTA DE EJES TEMATICOS A
DESARROLLAR:
1.- EJE
HISTORICO
2.- EJE
ARQUITECTONICO
2.1.- LA ESTANCIA / EL ESTABLECIMIENTO
RURAL.
EVOLUCIÓN. EL CASCO Y LAS
INSTALACIONES.
2.2.- TIPOLOGIA. LOS MODELOS
IMPORTADOS. L'ECOLE DE
BEAUX
ARTS. EL ARQUITECTO.
2.3.- EL PAISAJISMO /
EL JARDIN A LA INGLESA VERSUS EL JARDIN A LA
FRANCESA
2.4.- LA CONSTRUCCION. PROCESO. ETAPAS.
MANO DE OBRA.
DESAFIOS LOGISTICOS. ADAPTACIONES.
2.5.- FORMA CLASICA y FUNCIONALIDAD
MODERNA.
LA APARIENCIA Y LA COMODIDAD.
2.6.- LA CASA COMO SIMBOLO DE STATUS Y
PODER.
3.- EJE
SOCIAL
3.1.- EL REFLEJO DE UNA ÉPOCA. ESTILOS
DE VIDA.
3.2.- UNA NUEVA SENSIBILIDAD
(LA
ESTANCIA DEL SXIX VERSUS
LA ESTANCIA MODERNA)
3.3.- LA BURGUESIA EN ASCENSO.
LOS
NUEVOS TITULOS DE
NOBLEZA. ESA VOLUNTAD ARISTOCRATIZANTE.
3.4.- LA VIDA EN LA CIUDAD VERSUS LA
VIDA EN LA ESTANCIA
4.- EJE
PERSONAL
4.1.- LOS
ANCHORENA
(LA
FAMILIA, LA SAGA, LA CLASE SOCIAL)
4.2.- EL
PERSONAJE: AARON DE ANCHORENA
4.2.a.- Biografía &
Anécdotas
4.2.b.- Un gentlemen curioso.
4.2.c.- "Plus
riche qu'un argentin"
4.2.d.-
Su relación con el Uruguay y su posterior legado.
4.3.- LOS
PRESIDENTES URUGUAYOS
La vida en pantuflas. La vida
semi privada de descanso.
4.4.- LOS
VISITANTES CELEBRES
4.5.- LOS
HABITANTES DE LA ESTANCIA
El personal de la casa / El
personal de la finca
Los insumos. Los proveedores.
Los ritmos de la vida.
5.- EJE
RELACIONES OFICIALES Y NO OFICIALES ENTRE URUGUAY/ARGENTINA
6.- EJE
POLITICO
6.1.- LOS ANCHORENA & LA VIDA
POLITICA ARGENTINA
6.2.- EL ESTADO BURGUES. LOS PARTIDOS TRADICIONALES.
6.3.- ENCUENTROS CLAVES, REUNIONES,
ACUERDOS.
7.- EJE
ECONOMICO
7.1.- LA
OLIGARQUIA RURAL.
7.2.- LOS
INTERESES BRTANICOS EN EL RIO DE LA PLATA
7.3.- LOS
MEDIO DE PRODUCCIÓN. EL AGRO COMO MOTOR DE LA MODERNIZACIÓN.-
7.4.- EL
RIO COMO VEHICULO DE SALIDA DE LA RIQUEZA
(*)
CADA VEZ MÁS SE HECHA RECURSO A LAS AUTOGUIAS PARA QUE EL USUARIO ADAPTE SU
RECORRIDO FÍSICO E INTELECTUAL SEGÚN SU PROPIO RITMO, LENGUA Y GAMA DE
INTERESES PARTICULARES EN EL TEMA.
Fotos Hart Preston, 1941. Life
Algunos apuntes del dueño de casa:
Aarón Félix Martín de Anchorena (Buenos Aires, 5 de noviembre de 1877 - estancia Anchorena, Colonia, Uruguay, 24 de febrero de 1965) fue un aristócrata argentino que destacó como aviador pionero en el Río de la Plata y como estanciero en Uruguay.
Era un joven porteño hijo de dos de las familias más acaudaladas de Argentina.
A los 25 años fue a París como secretario del embajador. Permaneció hasta 1916 cuando, en plena Guerra Mundial, casi lo fusilan los alemanes. Volvió para recorrer toda la Patagonia , conoció caciques relevantes, corrió caballos, autos, botes, aviones y, por supuesto, globos aerostáticos.
Con tal de que no volara más su madre le compró 10 mil hectáreas en Colonia, del otro lado del río, que eligió el propio Aarón junto a uno de sus amigos, el primer piloto argentino Jorge Newberry, montado en su globo.
Allí, mandó construir un palacio estilo Tudor que tuvo importantes visitas, como las del propio Julito Roca, hijo del presidente argentino del momento, el de Marcelo T. de Alvear, su gran amigo que alcanzó la primera magistratura argentina, o hasta Baltasar Brum, que pasó una Semana Santa alojado en la esplendorosa mansión.
En la estancia, desarrolló una actividad muy variada. Impulsó la producción agropecuaria, que exportaba a Argentina y Europa. Pero además, mandó construir su residencia en una combinación de estilos normando y Tudor; y el parque circundante fue encomendado a un paisajista alemán Hermann Bötrich, que con gran esmero seleccionó las especies exóticas con que lo embelleció. Anchorena llegó a tener 300 empleados en su estancia, de los cuales 100 se dedicaban al cuidado del parque.
También mandó traer especies animales con la finalidad de dedicarse a la cacería; introdujo el ciervo axis y el jabalí. Su estancia llegó a ser un importante coto de caza en Sudamérica.
Su poderío económico no cayó, pero sí su espacio en la agenda pública, junto con su juventud. Se casó con Zelmira Paz, la heredera de un diario porteño, La Prensa, censurado por el peronismo en los años 50.
Aarón Félix Martín de Anchorena (Buenos Aires, 5 de noviembre de 1877 - estancia Anchorena, Colonia, Uruguay, 24 de febrero de 1965) fue un aristócrata argentino que destacó como aviador pionero en el Río de la Plata y como estanciero en Uruguay.
Era un joven porteño hijo de dos de las familias más acaudaladas de Argentina.
A los 25 años fue a París como secretario del embajador. Permaneció hasta 1916 cuando, en plena Guerra Mundial, casi lo fusilan los alemanes. Volvió para recorrer toda la Patagonia , conoció caciques relevantes, corrió caballos, autos, botes, aviones y, por supuesto, globos aerostáticos.
Con tal de que no volara más su madre le compró 10 mil hectáreas en Colonia, del otro lado del río, que eligió el propio Aarón junto a uno de sus amigos, el primer piloto argentino Jorge Newberry, montado en su globo.
Allí, mandó construir un palacio estilo Tudor que tuvo importantes visitas, como las del propio Julito Roca, hijo del presidente argentino del momento, el de Marcelo T. de Alvear, su gran amigo que alcanzó la primera magistratura argentina, o hasta Baltasar Brum, que pasó una Semana Santa alojado en la esplendorosa mansión.
En la estancia, desarrolló una actividad muy variada. Impulsó la producción agropecuaria, que exportaba a Argentina y Europa. Pero además, mandó construir su residencia en una combinación de estilos normando y Tudor; y el parque circundante fue encomendado a un paisajista alemán Hermann Bötrich, que con gran esmero seleccionó las especies exóticas con que lo embelleció. Anchorena llegó a tener 300 empleados en su estancia, de los cuales 100 se dedicaban al cuidado del parque.
También mandó traer especies animales con la finalidad de dedicarse a la cacería; introdujo el ciervo axis y el jabalí. Su estancia llegó a ser un importante coto de caza en Sudamérica.
Su poderío económico no cayó, pero sí su espacio en la agenda pública, junto con su juventud. Se casó con Zelmira Paz, la heredera de un diario porteño, La Prensa, censurado por el peronismo en los años 50.
En la década de 1930 Anchorena estaba seriamente endeudado, y hacia 1938 pidió ayuda financiera a quien era entonces su esposa, Zelmira Paz. Ella vendió su residencia, el Palacio Paz (hoy Cìrculo Militar en BsAs.) para levantar la hipoteca de Anchorena.
De esa manera Anchorena pudo mantener la propiedad de la estancia de La Barra. De otra manera hubiera tenido que venderla.
Pero los últimos años de su vida los pasó en Colonia junto a Elida Llanura, “la negra”, quien el autor Napoleón Baccino introdujo a la luz pública en un libro del año 1999 . Cuando la conoció, él tenía 74 años y ella, 19.
‘La Negra’ estuvo a su lado hasta la noche del 24 de febrero de 1965, cuando Aarón pasó de un sueño a otro.
En señal de gratitud por los muchos años de felicidad compartida, le legó una fracción de 800 hectáreas de las mejores tierras de su estancia.
Aarón no tuvo descendencia directa. El 6 de noviembre de 1963, ante el escribano Héctor A. Viana, suscribió su testamento. Dejaba tierras a sus dos ahijados, Juan M. de Anchorena y Luis Ortiz Basualdo. Pero lo más destacable es que legó el casco de la estancia con todo su parque al estado uruguayo gracias a su amistad con el por entonces presidente Juan José de Amézaga y como agradecimiento al país hermano que lo albergó durante gran parte de su vida.
Los restos mortales de Aarón de Anchorena, según su expreso deseo , fueron sepultados en la estancia la Barra de San Juan. En su base de la torre de piedra, Anchorena mandó construir su sepulcro donde yacen sus restos tal como lo dispuso en su testamento.
El desafío de siempre:
_ Estudiar, revisar, investigar lo que se hace bien afuera e incorporarlo a la gestión interna del bien.
_ Invertir en análisis especializados como los de Gerardo, ya hay generaciones egresadas de gestores culturales en el país, con mentes más abiertas sobre gestiones de museos y patrimonio más contemporáneas
_ Hacer hincapié en temas que son meramente de gestión más que de inversión y hacen mucha diferencia.
_ Concebir el tema como experiencia en varias capas y gestionar cada una con especialistas , coordinadas por una mente de enfoque macro transversal con políticas culturales.
_ Poder llegar a lograr por parte de las autoridades y gestores, la asimilación del concepto de disfrute de los bienes patrimoniales por parte del público en general sin tanta reverencia sacrosanta o reserva sin sentido: Nunca podremos asistir a una valoración real del patrimonio por parte de la ciudadanía en gral. si se reserva los bienes para usos exclusivos y puntuales.