La semana del diseño
que toma la ciudad de Milan la segunda semana de abril de cada año es la
oportunidad de ver de primera mano propuestas que elevan estándares tanto de
calidad de vida como de la experiencia promocional.
Milan dicta una lección
intensiva de alineación de intereses sin perder identidad, de crecimiento de
mercados de consumo aportando valor, de riesgos que cobran sentido ante
multitudes que aplauden y vuelven cada año a sorprenderse.
Milán se percibió hasta
no hace mucho tiempo como una ciudad industrial cuyos atractivos turísticos
estaban relacionados a sedes artísticas del renacimiento italiano o al
cuadrilátero de la moda, que resume el amplio reconocimiento del diseño textil
y de moda Italiana. Sin embargo, lejos de quedarse con ese status, ha sabido
evolucionar en forma dinámica para convertirse en sede financiera, económica,
editorial, universitaria, y de diversas industrias del país, donde el diseño y
la moda son determinantes.
Esta combinación reúne lo mejor de arquitectura
renacentista con vanguardias del siglo XX, donde su arte superlativo recibe a
la gente joven que llega a estudiar y ejercer desde todo el mundo. Los recorridos
urbanos superponen exteriores clásicos e interiores modernos que sorprenden a
cada paso.
La difusión es omnipresente mediante apps y publicaciones
desde el aeropuerto, hoteles, quioscos, bares, o boutiques. Se presenta un
catálogo urbano y doméstico de alta definición de detalles para generar
resultados excepcionales, manteniendo identidad y capacidad productiva.
El marketing abarca desde servilletas o cubiertos en un
restaurant, la vestimenta de quien atiende, las vidrieras, el diseño de
las veredas, los bares, la atención
esmerada y preparada para atender público cosmopolita.
La Milano design week condensa y potencia ese
universo compuesto por varios ámbitos de exhibición:
_ El
Salón del Mueble, ya en su 55ª edición, es la exposición de diseño más grande
del mundo. Nació en 1961 para difundir el diseño italiano, y este año ha convocado a más de 370 mil personas en una semana. Incluye
el Salón del Mueble, Eurocucina, Salón del Baño, y un salón satélite para
diseñadores emergentes.
_ El Fuorisalone abarca todas las muestras que se
realizan en paralelo en distintos barrios de la ciudad y quizás sea la parte
más viva, estimulante y cambiante, alimentada por incontables convocatorias de
marcas, editoras de muebles, universidades, etc.
El Fuorisalone hace que haya tantas ferias como
visitantes: cada uno combina y selecciona sus recorridos con múltiples
resultados y variaciones.
Milan durante esta semana ofrece un desfile in situ de
estilos de moda y tendencias personales: vestimenta, cortes de pelo, accesorios
y combinaciones de ropa más allá de modas pasajeras, donde reina la
singularidad.
Otra fiesta es el acceso a lugares de alta gama que organizan
muestras y dan la bienvenida a los turistas de a pie: tomarse un café o un
cocktail en el jardín de un hotel boutique o 5 estrellas, o cualquier lugar exclusivo de los que abundan, es una pausa tan fuera
de lo común como los lugares que uno puede conocer. Patios de universidades o
conventos, claustros de edificios renacentistas, bibliotecas, museos o
edificios abandonados se reacondicionan para recibir instalaciones. De esta
forma convive lo medieval con las vanguardias, el renacimiento con diseñadores
emergentes o instalaciones de última generación.
La invasión de espacios de reunión y propuestas llega a
las calles, donde quioscos, contenedores y plazas albergan recepciones de
diferentes firmas cuyos invitados exhiben estilos de vestimenta que van desde
los tacos y vestidos más formales hasta las bermudas y zapatillas.
Tendencias en streetstyle:
_ Los hombres usan trajes en múltiples versiones de sport
o vestir, generalmente sin medias, pantalones rectos o chupines, sacos de
panas, estampados, con accesorios como anteojos o pañuelos. Un cuidado extremo
en cortes de pelo, peinados, perfumes, nada librado al azar. Esto se aprecia tanto en la Via
Montenapoleone como en el metro o en una calle de la periferia.
_ Las mujeres andan de vestidos, pantalones Capri anchos, zapatos
masculinos tipo mocasines de cueros brillantes, cortes de pelo variados y
perfectos, anteojos y collares atractivos. La vestimenta en general está
confeccionada con géneros y telas que hacen honor a la industria textil local.
_ Los jóvenes, lejos de estar uniformados, ensayan
estilos propios. No se ve ni una niña con plataformas, ni pelo largo, ni
anteojos RayBan; todo lo que acá es unánime allá ni se encuentra.
Tendencias en equipamiento de cocinas:
_ Superficies usualmente mate incluso mármoles de mesadas
o revestimientos.
_ Iluminación concentrada tipo leds o spots puntuales.
Jamás se ve la fuente de iluminación.
_ Honor al legado de industria de diseño y creadores de
talla internacional: se aprecian las piezas clásicas mezcladas con herencias
familiares
_ Mesadas y paneles móviles funcionales
_ Terminaciones esquinas y encuentros de superficies perfectos.
Planos lisos, sin guardas ni relieves, solo diferencias de texturas o tonos.
_ Tonos neutros en general. Cajones amplios y subdivisiones internas.
Tendencia en livings
_ Bases en tonos neutros
_ Alfombras de buena calidad de base (étnicas o modernas)
_ Iluminación concentrada
_ Diferenciación con géneros más audaces especialmente
para complementos.
_ Mesas de centro agrupadas en múltiples formas y
materiales.
_ Estanterías metálicas de planos finos
_ Sigue reinando el estilo escandinavo o años 60 cuando se quiere contraponer algo con más identidad a lo moderno.
Tendencia en baños:
_ Revestimientos
monocromáticos pero jugando con formas de encastre o estampados de diseño
_ Grifería de líneas
modernas y austeras, superficies metalizadas mate, bronces, cobres.
El desafío, luego de estas expediciones y descubrimientos es poder hacer lo mejor con lo que uno tiene en el mercado que le toca o elige actuar o vivir. Es tal vez combinar lo mismo pero de diferente forma, salir de zonas de confort y animarse a ser distintos desde la calidad y originalidad.